3 de marzo de 2017

Mi trauma infantil


Lo que se presentaba como un día de playa normal, se truncó por una experiencia que me persigue incluso doce años después. Tenía trece años y mi padre me propuso ir a una de nuestras playas favoritas: Taganana. Durante el trayecto, me dijo que antes pararíamos en un pequeño bar a la entrada del pueblo para tomar café. Pero no era un bar normal. En ese bar estaba Cathaysa, una chica de más o menos mi edad. Y en la media hora que pudo durar aquel trayecto plagado de infinitas curvas, ella y su historia fueron las protagonistas.


Taganana, donde termina la carretera termina y empieza el mundo (@FranCoescribe)




Mi padre no paraba de repetirme lo afortunada que era yo al poder ir al colegio, tener amigos, mi tiempo... tener una infancia feliz. ¡Ella no tenía nada de eso!. En su casa no habían muchos ingresos, por lo que tenía que trabajar duramente en el bar durante todo el día. Desde los primeros cafés de la mañana, hasta los postres y vinos de las últimas cenas.

Recuerdo que
cuando llegué al bar estaba sensible y conmovida por su historia. Casi con lágrimas en los ojos. ¡Yo quería ser su amiga! ¿Cómo era posible que ella no pudiera disfrutar de todo lo que yo tenía?. Llegué dispuesta a comprometerme a visitarla y que forjáramos una amistad de esas que son para siempre.

Cuando entré, allí estaba ella. Detrás de la barra. A mí se me iluminó la cara al verla. Ya éramos amigas, y compartíamos un vínculo (sin ella saberlo). Entonces fue cuando sucedió: Cathaysa me miró, con una sonrisa de oreja a oreja y me saludó eufórica con la mano. Como si me encontrara en una película y a cámara lenta, le saludé de la misma manera. Levanté mi mano, sonriente y completamente entregada. Mantuve durante unos segundos el gesto y la alegría, hasta que noté como su cara cambiaba… De repente mi miraba de otra manera. Extrañada. Confusa. Yo no entendí que había cambiado… Giré sobre mi misma, y descubrí a un señor que también la estaba saludando. ¡No me estaba saludando a mi! Saludaba al señor que acababa de entrar. Me sentí tan ridícula. Muy avergonzada… ¡Obviamente no éramos amigas! ¿Cómo podía haberme dejado arrastrar tanto por la historia como para hacer esa tontería? La cara de la chica era un poema. La mía más. Tomé el refresco lo más rápido que pude, y presioné a mi padre para que acabara su café lo antes posible. Necesitaba irme de allí rápido para poder regocijarme en mi vergüenza.


sara salamo, actriz, canaria, taganana
Mi última visita a Taganana. Verano 2016

A partir de aquel día, Taganana es sinónimo de Cathaysa. Cada vez que paso delante de aquel bar, vuelvo a sentirme pequeña y avergonzada. Y la historia de Cathaysa no termina aquí… (volví en otra ocasión y volvió a jugármela) el resto de la historia os la contaré más adelante. Pero quería compartir esta anécdota tonta con vosotros, porque me causa intriga cómo pequeñas vivencias pueden calar tan fuerte en nosotros. Tanto que incluso años después las seguimos recordando con la misma claridad. Además, ahora que tenemos vacaciones como las de Semana Santa a la vuelta de la esquina, Taganana es un rincón maravilloso de mi pequeña isla que no os podéis perder:
Es que es uno de los pueblos más antiguos de Canarias y se encuentra como dormido entre las montañas… Su nombre, de origen guanche, algunos autores lo relacionan con tăgananque que significa: subida o cuesta. A mi desde luego no me extraña. Alguna que otra vez me ha tocado subir las “pechadas” de Taganana, o Benijo a pie, y os aseguro que es una experiencia dura.

El pequeño pueblo rural no sólo tiene una belleza extrema, buena gastronomía y las condiciones necesarias para los amantes del surf y la playa. A su vez tiene una historia que a mí me llama especialmente la atención:
“El fenómeno de Taganana” o cruelmente denominado “El monstruo de Taganana.” Durante años, personas de toda la isla se trasladaban a aquel pueblo donde acaba todo, para fotografiarse a cambio de algunas monedas con Ambrosio Afonso. Un señor con una enfermedad aparentemente similar al elefantismo y denominada síndrome de Crouzon, al que le encantaba la música. El desconocimiento de los vecinos y turistas, lejos de entender que era una enfermedad, hizo extender leyendas y mofas.


Ambrosio Afonso "El fenómeno de Taganana"

Otra parada obligatoria es en el mirador. Desde allí podemos observar cómo ciertos roques tienen formas perfectamente reconocibles. ¡Incluso hay un león!. Esta zona de la isla denominada "El macizo de Anaga", es Reserva de la Biosfera de la Unesco.
Es un punto muy valioso desde el punto de vista geológico, ya que sus formaciones tienen en algunos casos entre siete y nueve millones de años.

Y ya que os cuento "los truquillos de la zona" si os gusta el senderismo podéis aprovechar para deleitaros con la ruta del: Bosque Encantado. Es un lugar de ensueño, rodeados de un espeso bosque de laurisilva de unos 4 Km que termina en el mirador de "Cabeza de Tejo".





Nuestro Rey León isleño.


En nuestro café de hoy navegaremos por nuestros tierra trágame favoritos. ¿Recordáis alguna anécdota con la que aún no os habéis reconciliado? Y para despojarnos un poco de la vergüenza que nos produjeron aquellos "traumas", espero que os haya servido el viaje por mi Taganana querida. ¡Marchando una ronda de cafés bien cargados!


30 comentarios:

  1. Estaré encantada de visitar todos esos pequeños rinconcitos tan fantásticos!! De Taganana!! Y a ver si así de paso me encuentro contigo ������ muchos besos y sigue siendo así de profesional y cercana a la gente! ��

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mariana,
      Espero que lo disfrutes mucho si al final te puedes escapar :)

      Eliminar
  2. Pero si de pequeña eras mala, mala con todas las personas de tu alrededor, eras la guay de la clase y humillabas a todo aquel que no pertenecía a tu grupo. En fin, mola ver cómo te haces la sensible para tus espectadores, nada que ver con tu yo real.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te creo... la envidia es muy mala...

      Eliminar
    2. Si tan valiente eres para escribirle eso, atrévete a poner tu nombre, además te digo que yo no conozco a Sara, aunque me gustaría, pero te digo que dudo que sea verdad pero aunque lo fuera las personas pueden cambiar y yo a la Sara que veo me la creo, no se cual es tu experiencia, pero si no te gusta Sara es tan fácil como no comentar aquí y punto

      Eliminar
    3. Estimado anónimo, que fea es la envida, si fué tan mala porque la sigues y lees su blog? En fin, no hace falta que contestes en realidad me da lo mismo......

      Eliminar
    4. Querido/a Anónimo:
      Me queda mucha pena de que no digas quien eres, para si realmente estudiaste conmigo como dices, pedirte disculpas si te ofendí en algo.
      Igualmente gracias por vistar Las llaves de Casa.

      Eliminar
    5. A eso se le llama respuesta perfecta! Con educación y estilo! OLÉ Sara! :)

      Eliminar
  3. Hola Saraa, la verdad que a lo largo de mi vida he tenido bastantes momentos "tierra trágame" pero uno de los que más recuerdo fue cuando me sacaron para contar un chiste de camino a una excursión en el autobús, de los nervios por estar delante de todo mi curso y los de un año más se me olvidaron los pocos chistes que me sabía (si esque me sabía alguno) y me lo inventé sobre la marcha, fue muy lamentable, obviamente nadie se rió, en ese momento desee llegar al destino de la excursión en un segundo, fue una putada la verdad. Espero que te halla sido divertida mi experiencia, un besoo y nos vemos en el próximo café ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja ¡me ha encantado tu anécdota! Ojalá recordaras como era el chiste inventado.

      Eliminar
  4. Gracias por esta recomendación Sara, es muy bonito y la primera escapada que pueda hacer intentaré ir a Taganana. Decir que te conozco desde que eres pequeña y destacar tu grandeza con todo el que te rodea. Gracias por compartir estos cafés.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti por tu apoyo, y por formar parte de nuestros cafés de Las llaves de Casa.

      Eliminar
  5. Buenos días preciosa!

    La chica del bar ella se lo pierde (tu bonita amistad)

    Te voy a contar varios de mis traumas...

    1- Mi madre falleció cuándo yo solo tenía 3 años y los únicos recuerdos que tengo de ella , es un vídeo de la boda de mis padres , fotos , algún escrito y lo más curioso un sueño mientras ella estaba viva que me dejó marcado. Soñé con ET el extraterrestre y me puse a gritar como un condenado mamá mamá!

    2. También de pequeño sufrí el Síndrome de Guillaume den Barren , una enfermedad rara que te provoca parálisis en todo el cuerpo , lo sufrí en fiestas Navideñas y con mi fuerza y una gran ayuda médica conseguí superarla y evitar estar postrado en una silla de ruedas. Cada vez que veo a alguien en silla de ruedas , me digo a mi mismo , así podría estar yo! Y cada vez que veo al médico que me ayudó le saludo con alegría y educación! :)

    3- Y seguimos , cuándo era pequeño tuve unas pesadillas horribles y ahora cada vez que me voy a dormir , rezo y desde hace mucho tiempo no tengo pesadillas!!

    4. En la ESO sufrí Bullying en un colegio de monjas que hasta repetí curso por mis malas notas porqué no estaba con ánimo y faltaba bastante porqué no quería ir allí! Hasta tuve que salir por la puerta de atrás e irme a otro colegio! Un infierno vamos! Con otros colegios estoy encantado pero éste es el colegio negro! Aunque ya he pasado página pero siempre me acuerdo de algo! Unos años más tarde incluso uno de los chicos me pidió perdón y se arrepentía de los hechos porqué él más adelante lo sufrió!

    Hoy me he enrollado como una persiana! jajajaja

    Besitos y a ser feliz! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Fran,
      ¡La única conclusión que saco de tus anécdotas es la fortaleza y valentía que tienes! Te felicito, de verdad.

      Eliminar
    2. Varios palos en la vida pero siempre tienes alegrías también como unos sobrinos maravillosos o también refugiarme con la música , el cine , las series y apoyar a actores y actrices tan cercanos con los fans como tú!! Sigue pendiente tu firma en el BluRay de Tres60 qué apareció en casa de mis abuelos! jejejeje Besitos y gracias por todo! :)

      Eliminar
  6. Creo que no comprendí bien la anécdota jaja cuando llegaste al bar tú conocías su historia pero ella no te conocía,¿no?. Entonces normal que la chica se extrañará al ver tu saludo jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja, disculpa si no me he expresado bien.
      La chica no me conocía, al entrar vi que me saludaba y me puse muy contenta, así que le devolví el saludo... finalmente no me saludaba a mi :(

      Eliminar
  7. Hola Sara!! A mi me han pasado muchos momentos tierra tragame... Pero el mas fuerte fue cuando tenia 8 años y estaba en clase de musica. La profesora nos pregunto algo y yo creia lo que sabia, asi que respondi. Entonces me di cuenta que lo habia dicho mal y todos se rieron de mi... Lo pase fatal.
    Por cierto, un beso y abrazos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Si te equivocaste fue porque al menos lo intentaste... ¡ni te preocupes!

      Eliminar
  8. Hola Sara ♡
    Que tal estas espero que muy bien , yo soy de Tenerife en concreto de eo Sauzal pero Taganana es un sitio fantastico de nuestra isla Tenerife
    Como te fue en Argentina???
    Las grietas de Jara se emitira en los cines españoles tengo ganas de verla
    Un beso gigante con sabor a papas arrugadas y mojo picon te quiero Sara
    Tqqqqq mucho♡♡♡

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Joel,
      Todo genial, conté en el último POST todo lo de Argentina, por si te quieres pasar :)

      Eliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Bueno, tengo entendido que es más habitual de lo que creemos... de todas maneras, hay chavales muy crueles la verdad. Espero los hayan castigado al menos.

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
  10. Buenas tardes Sara! Espero que estés genial y que Madrid te haya reacogido muy muy bien!
    Estos últimos post me han sorprendido mucho para bien asi que enhorabuena y gracias! Ahora es cuando yo cuento mis "tierras tragames" no?
    Lo típico de por la calle y ver a una persona y pensar esa es mi amiga, andar hacia ella y me acerco y le digo algo pero no señores, no es ella y me muero de vergüenza.
    Yo voy al instituto y absolutamente todas las semanas se me escapa algún "mamá" o "papá" a algún profesor y mi cara es un cuadro cuando se giran y me dicen "que has dicho".
    En esos momentos es cuando desearía que el mundo terminase, rezando para que es persona no se acuerde de nada, pero por ahora no es tan fácil.
    Y con esto tan humillante te deseo un sábado magnífico!
    Te qeuiero mucho pequeña<3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja Lo de mamá o papá es por costumbre... Creo recordar que alguna vez también me pasó.

      Eliminar
  11. Trauma? No se ahora mismos, seguramente si tenga alguno jajajajajaja

    Pero lo que sí tengo es un lugar que me recuerda a alguien, una palabra, una canción, un olor... Por ejemplo, a mi abuela le encantaba David Civera a tal punto que le colocamos un poster en la puerta de su cuarto jajaja y a El Arrebato lo bautizó como "El del frigorífico" por eso de "búscate un hombre que te quiera, que te tenga llenita la nevera..." Y cada vez que los escucho o veo en algún lado me acuerdo de ella.

    Gracias por compartir un trocito más de ti! 😘

    ResponderEliminar
  12. Hola Sara! Que bonito escribes,haces que una anécdota se convierta en un buen relato. El momento más vergonzo que recuerdo es que siendo pequeña llegué al colegio y le cante una canción de amor al niño que me gustaba. Después de mi momento pletórico, al más puro estilo "la pantoja" me di cuenta del ridículo que había hecho. La cara del chico era un poema y la de el resto de la clase ni te digo...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja ¡soy fan!
      Que valiente eres... No fácil atreverse a hacer algo así... Seguro que si os volvéis a encontrar, moriréis de risa recordándolo :)

      Eliminar

En cada café que compartamos estaré siempre agradecida de tus comentarios y opiniones. Trataré de responder a todos. Y recuerda que amo la educación y el diálogo constructivo.